Realmente desconcertante, y paradojicamente hoy en día somos vigilados por numerosas cámaras, ¿cómo una mirilla de una casa nos podría intimidar tanto? *me gusta la serie de ilustraciones
Gracias Sindrome Coleccionista por pasarte por nuestro blog! Hemos llegado prácticamente al ecuador de la aventura... y las mirillas nos siguen observando desde su silencio... Saludos!
Realmente desconcertante, y paradojicamente hoy en día somos vigilados por numerosas cámaras, ¿cómo una mirilla de una casa nos podría intimidar tanto?
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